DE SETAS Y TRUCHAS

A principio de temporada siempre nos pasa lo mismo, nos puede más las ganas de pescar y matar el gusanillo que lo que nos ofrece el río realmente, salvo las horas centrales del día la realidad es que pocas cebas vamos a ver durante la jornada, eso si la que come, come, y no va andarse con muchos remilgos cuando pasamos nuestra artificial, pero hasta que llega la hora de la verdad tenemos varias opciones para que la espera sea menos tediosa. Para los que dejamos el tabaco es uno de esos momentos de poner a prueba nuestra voluntad, un cigarrito observando el río es uno  de esos  placeres que sabes   te va costar dios y ayuda superar.

Tengo un amigo que le encanta la botánica y siempre nos deleita con decirnos el nombre vulgar y en latín de todas las flores, hierbas, plantas y árboles que tiene a su vista eso si soy incapaz de acordarme de ningún nombre de los que me recita.

Otro amigo, a este sí que le tengo envidia y no sana precisamente, se dedica a dibujar, saca su libreta y lo mismo te dibuja el petirrojo que está esperando como nosotros la eclosión que los narcisos de la orilla.

Yo para esto de esperar tengo mala suerte , enseguida me enredo con cualquier cosa y más en esta época, si estoy en mi zona enseguida me dedico a pasear y mirar por las riveras del río buscando cosas para matar el rato y siempre me pasa lo que me paso el otro día, si no tengo nada en que llevarlas encuentro setas, preciosas, fresquísimas y de las que me gustan, perrichicos o seta de San Jorge, tras estudiar los setales decido que lo mejor es regresar al día siguiente con la cesta a por ellas, por cierto que no vimos comer una truchas en todo el día,  cuando al día siguiente  llego a los setales  no queda ni una, eso sí como no `puedo evitarlo me acerco al río y cuál es mi sorpresa que hay ½ docena de truchas zampándose todo lo que baja, estas saben que es lunes y no se puede pescar.

A si que si me veis que voy a pescar con una cesta tipo Caperucita no penséis que me he pasado al lado oscuro de la pesca, ni que sigo las recomendaciones de cierto siniestro consejero de pesca y he decidido acabar con el estrés de las truchas pescadas y soltadas, es que  mientras se ceban y no, he decidido dedicarme a la micología ya que por lo visto este fin de semana con las setas no existe la captura y suelta.